La acera de Calcuta no es tan dura
si forma parte del pasado entre las basuras
las heridas y la sentencia.
Para mi madre ya no hay cura
a la locura que trae el dolor.
Estribillo:
Partimos en avión
con una manta, cuatro manzanas,
los recuerdos y la ilusión.
Arriba comprendí
que en el espacio no existen castas
y las mantas ya están allí.
Aparecimos en España.
Por el camino no vi vacas, agua corriente,
agua transparente, cama y calor,
soy más oscura que los otros
y me miran con atención.
Estribillo.
La acera de Calcuta
no es tan mala
para saber que la nevera
siempre dispuesta no fué siempre
lo que ahora es.
La acera de Calcuta
no es tan mala para aprender
que en la basura crecen
las flores más hermosas de recoger.