Clavando sus astas,
En la confusión
Exhausto su aspecto,
Muriendo su honor
Lo enceguece el viento,
Pestilente hedor
Emana su cuerpo
Que calcina el sol
El toro tendido vive su agonía
Lacerando el odio, profundas heridas
La arena lo entierra, los idiotas vivan
La cobarde historia que el torero hila
Y sigue ocurriendo esto todavía,
No lo frenarán por su hipocresía
La última embestida
Propaga el ferviente
Agitar de pañuelos
Y el canto estridente
El ole lo arrulla,
La presión lo hostiga
El polvo perturba
Sus torpes retinas