Somos un sueño que canta alertas de primavera
centellas que abren el cielo, reliquias de luna llena
Chicos que comen del suelo, las manos que no trabajan
los viejos que son negados son el dolor que me alcanza
Curarse en los hospitales, aprender en las escuelas
parecen cuentos de antaño, que me contara mi abuela
Se me hace que suena fácil perderse en habladurías
somos cabecitas negras como en la plaza esa tarde
para que contarte yo historias
que ustedes escribieron antes
El espectro de la muerte campea por nuestras casas
nos arrebata los hijos y nos seca la esperanza
Vidas por veinte centavos, llena de pobres la cárcel
las preguntas sin respuesta siguen enviciando el aire
Nos muestran todas sus casas
sus mil hectáreas de tierra
cabalgan sobre el espanto tienen el alma de piedra