Siempre te he tenido temor
y ahora estoy perdido en tus calle
y no se si tengo el valor
para que tu ritual conmigo ensayes.
Tus construcciones me intimidan
como la gente que tus calles recorre
ni se hablan, tampoco se miran
quizas atemorizados por tus torres.
Y entre mil millones de desconocidos
unos pocos me son familiares
pero sus caminos no van con los mios
y sus planes no son mis planes.
Todos tapados de obligaciones
con el tiempo justo y cumpliendo horarios
al entrar confiscan tus emociones
no estan permitidas, se vive de presagios.
Sos una de esas grandes ciudades
pero nadie se queda mucho tiemo
la vida esta afuera en realidad
y siento que la estoy perdiendo.
Estas enferma de dolor
y no es una enfermedad hereditaria
porque a pesar de todo yo te elegi a vos
mi aborrecida ciudad de Buenos Aires.