EN EL OJO DE LA TORMENTA
En el crepúsculo ansioso
De un cielo emparchado
Por destellos grisáceos
Y púrpuras olvidados
Cuando
El día es ocaso
Y eternas dudas alimenta
Se limita el espacio
Con eléctricas presencias.
Fuego estalla en el cielo
Espadas de luz
Lo hieren
Mi espíritu en invierno.
Realidades que me agreden.
En el estruendo ciclópeo
De un cenit fracturado
Por elementos de magia
Y energía condensados
Cuando
El día es letargo
Viejos estigmas alimenta
Esas heridas humanas
Desangran de a poco su esencia.
La duda estalla en el cielo
Sombras y luz
Me hieren
Lo sagrado y el infierno
Falsedades que me agreden.
20 de marzo de 1981.