Tomo y obligo; mándese un trago,
que hoy necesito el recuerdo matar...
¡Sin un amigo, lejos del pago,
quiero en su pecho mi pena volcar!
Beba conmigo, y se empaña
de vez en cuando mi voz al cantar,
no es que la llore porque me engaña,
yo sé que un hombre no debe llorar...
Si los pastos conversan, esta Pampa le diría
con qué fiebre la quería, de que modo la adoré...
¡Cuántas veces de rodillas, tembloroso, yo me he hincado bajo el árbol deshojado donde un día la besé...!
Y hoy, al verla envilecida, a otros brazos entregada,
fue pa´ mi una puñalada, y de celos me cegué...
y le juro: ¡Todavía no consigo convencerme,
cómo pude contenerme y ahí no más la maté!
Tomo y obligo; mándese un trago,
de las mujeres mejor no hay que hablar.
Todas, amigo, dan muy mal pago
y hoy mi experiencia se lo puede afirmar.
Siga un consejo: no se enamore...
Y si una vuelta le toca hocicar,
¡Fuerza, canejo! ¡Sufra y no llore,
que un hombre macho no debe llorar!