De tanto tirar la bronca,
ya comentan en el barrio, (bis)
que soy un coso ordinario,
un caradura y un ronga.
Que vos sos una tonta
porque aguantas mi torpeza,
en cuanto falto ‘e la pieza
le ortivás a los vecinos
del fangote que tuvimos,
¡te vi'a romper la cabeza!
Le vas a pasar el santo
enseguida a la encargada,(bis)
si te encajo una patada
o te tiro con un banco.
Todo el barrio ya está al tanto
que soy un fiaca, un curdela,
es por culpa de tu lengua
que muchas veces te fajo.
Sabés que si no trabajo
es porque sufro del reuma.
Hiciste correr la bola,
primicia del conventillo,(bis)
que yo tengo un calzoncillo
el mesmo de nuestra boda.
Pero acordate, pipiola,
que pa' nuestro casamiento
yo tenía un cargamento
de duraznos y bananas
y para comprar la cama
lo vendí a cuarenta el ciento.
Después de todo, aclaremos,
que tanto sacar los trapos,
que tanto sacar los trapos,
mi desgracia de ser pato
es San Isidro y Palermo.
Y aflojá, porque estoy lleno,
raja pa' otro camarote
porque del primer cazote,
te lo juro Catalina,
va a faltar penicilina
para curarte el marote.