Por el modo tan raro de hablar
Presentí la tragedia interior
Y besando su nuca preciosa
Le dije celosa me guardas rencor
Si motivan tu grave inquietud
Mis sonetos y cantos a Esther
En confianza te juro al oído
Esther eres tú mi Marisabel
Serás siempre la reina y señora
No existen la Amalia, Susana ni Esther
Mis sonetos lo inspiras tu sola
Con nombres distintos mi Marisabel