Son las doce de la noche
los bandidos han vaciado un cantón
se oyen los ladridos de un perro
que previene a su patrón.
Este sale endemoniado
le ha quitado la tensión
y su torta se ha quedado sin mostaza
renegando sin amor.
Una patada en el trasero
es la paga de prevención
y lo corren a mentadas de madre
mañana no hay tragazón.
Quisiera ser un perro bravo
grandote, pinto y orejón
para ladrarte todo el día
también cuando hagas el amor.
Y aburrir a los vecinos
con mi caquita y mi orina
y luego hacerme el gracioso
también mordiendo a mi patrón.
Y si pudiera hablar
te diría también
que como humano eres gusano
y no conoces el amor.
Yo a mi Dixy le huelo el trasero
y la baño de caricias
y como perros nos disputamos
sus lambidas y su amor.
Perro cochino – le gritan los vecinos
perro cochino – le grita el judicial
perro cochino – le gritan los bandidos
perro cochino – le grita su patrón.
Cuanta caca se hizo
en el jardín de Doña Leonor.
Se llama Colchas – le gritan los vecinos
se llama Colchas – ese perro cochino
se llama Colchas – le gritan los bandidos
se llama Colchas – ese perro cochino.
La perrera lo busca
por todos lados en el callejón.