Una vez yo te creí, por ser
quien eras, yo todo lo di.
Me esforzaba para ser el único
reflejo que querías ver.
Tú consumiste mi sinceridad. Bajo el agua
yo aprendí que, hoy se puede respirar.
No, ya no quiero ser tu preso. Has
demostrado ser la hiena que demora su deber.
Y ahora sí, es inútil que regreses,
tú mordiste la mano de quien te dio de comer.
Cada nuevo amanecer, se ha
convertido en un nuevo pesar.
Tanto afán por conquistar, ha
calcinado tu propia integridad.
Tú me engañaste con tus besos, bajo zero
yo aprendí que, hoy puedo entrar en calor.
No, ya no quiero ser tu preso. Has
demostrado ser la hiena que demora su deber.
Y ahora sí, es inútil que regreses, tú, amor, mordiste
la mano de quien te dio de comer.
No, ya no quiero ser tu preso. Has
demostrado ser la hiena que demora su deber.
Y ahora sí, es inútil que regreses, tú, amor, mordiste
la mano de quien te dio de comer.
Ohh...