Qué piensas me dijo aquél hombre
sentado en una nube de estrellas.
Su vida parecía extinguida
abrazado a una vieja botella.
Un aura que no conocía
invadía ese incierto momento.
Sus palabras parecían melodas
sacadas de un cuento de miedo.
Me susurró mirá como estoy
no tengo razón de ser
es que mi corazón,
hace rato lo entregué
al abismo del sol.
Dos gotas recorrían su mejilla
y su cara expresaba mil cosas
No entendía por qué era el llanto
me dijo por el día tras día.
A tu lado, que ves al costado,
sino más qu un ganado de gente.
Que sin ojos caminan derechos
y no ven a un viejo sonriente.
Eso es lo que soy,
un exilio del terror.
Lo que me mantenía en pie
ya te dije se me fue
y no volverá.
Inmóvil me quedé unos segundos
mientras el se acostaba en silencio
no creo que despierte de este sueño
pero el viejo estaba sonriendo.
Y me pregunté, hacia dónde voy
yo tengo razón de ser
pero mi corazón
yo también ya lo entregué
al abismo del sol.
Dónde estoy, dónde estoy.