Con voz arrogante, me dice que es tarde
Se esconde en mi cuarto la Luna brillante
Se vuelve impaciente, no le hago reproches
En tanto me pongo el vestido de noche
Con voz insolente, me exige algún trago
Lo veo nervioso, ni se lo que hago
¿Que diablos le pasa? No sé a qué jugamos
De pronto me dice: Mejor no salgamos
Domingo a la noche, me tiro en la cama
Lo mando al demonio, oh, estoy tan cansada
Golpea la puerta, es caso perdido
Y yo que pensaba: Por fin me ha querido
Más tarde regresa y está avergonzado
Me pide disculpas, final descontado
Está equivocado, no le hago reproches
Más ya me he quitado el vestido de noche