El sol se apaga sin luchar
y mis sentidos se desvanecían.
El miedo vuelve a ganar,
la noche me sorprendió, mi mirada está vacía.
De repente un vestigio de luz
me alumbra con fuerza a cara o cruz.
Mis ojos se ciegan contra tí,
tu cuerpo se vuelve contra mí.
Si tú no estás,
si tú te vas,
mi alma se hunde una vez más.
Se que te encontré,
no volveré a caer
en mi vida otra vez.
Siento que vuelvo a encontrar
aquella magia, que no quize olvidar.
Y en cada anocher,
siento la suave brisa de tu piel.
Tus ojos me sacan de la oscuridad,
tu cuepro me lleva hacia la eternidad.
Sin rumbo camina mi ilusión,
ya que me robaste el corazón.
No quiero vivir tu silencia,
de celos se llena mi cuerpo.
Tendrás que hablar un poco más,
tendré que confiar sin preguntar.