Fausto
Tan azul como lo eran mis ojos ayer
el cielo, me negará de su gloria.
Y aunque sé que até con cadenas mi libertad
no llores mi rosa negra
no es duro encontrar la paz.
Negro mi corazón, tan gélido
fragua del dolor de tu amor
y un triste final se quiebra como el cristal.
Crucé los caminos del alma
por ver, lejos del cielo el lugar
donde caen tus lágrimas.
Perdida sed que me ha anclado a él
entre el fuego y mi fe.
Sigo los pétalos
la puerta negra de mi bálsamo
donde vuelvo a llorar contigo
mi delirio, dormido en tus brazos
maté mi perdición
naciendo en mí las alas
de un aire de silencio del mal
que inundan mi corazón tan gélido
fragua del dolor de tu amor
y un triste final se quiebra como el cristal.
Crucé los caminos del alma
por ver, lejos del cielo el lugar
donde caen tus lágrimas.
Tan azul como lo eran mis ojos ayer
el cielo, me alejará de su gloria.
En mi piel, hay huellas que no borraré jamás
Por ella mi vida entera
no aspiro a encontrar la paz.
Crucé los caminos del alma
por ver, lejos del cielo el lugar
donde caen tus lágrimas.
(Por ver)
donde caen tus lágrimas.