La cruzada del miserable
Ciegan mis ojos,
las llamas condenan mi alma a esta oscuridad
que pervierte mi ser.
Hierven mis venas,
mis lágrimas negras me queman la piel,
me arrancaré las alas que aviven el fuego
comienza con mi dolor y acabará con tus lágrimas.
Mírame he perdido y hoy debo pagar
en el barro que forma mi llanto
y aquí mis ojos no logran ver
el día en que pueda volver. (Volver)
Ciegan mis ojos,
por no arrodillarme a tus pies arrastrandome
y en tu gloria creer.
Maldita mi alma,
que sufre el hastío de mi realidad,
me arrancaré las alas que aviven el fuego
comienza con mi dolor y acabará con tus lágrimas.
Me arrancaré las alas que aviven el fuego
comienza con mi dolor y acabará con tus lágrimas.