Cada noche antes del sueño,
el tic-tac del despertador,
pone un especial empeño
en unirse a mi corazón.
Y aparece tu recuerdo
filtrándose por la pared.
Me consumo por dentro
pensando en lo que pudo ser.
Esa pasión que nos calaba
y que cortamos por temor.
Hoy la duda me atenaza
de si era o no un amor.
Doy cien vueltas en la cama,
cuento ovejas y me da igual.
Ya no duermo ni nada
pensando en que quizá hice mal.
La vida pasa factura.
No lo dudes ni un momento.
Y exige cierta locura.
No puedes decir "lo siento".
Si por ansia de cordura
ahogas un sentimiento.
La viuda va a ser tan dura
que no la apagó un lamento.
La vida pasa factura,
y uno luego se arrepiente
si dejó una asignatura
en suspenso para siempre.
Si tu sombra me tortura
igual que un hierro candente,
me temo que no hay más cura
que aprobar lo que hay pendiente.
Cada noche antes del sueño,
el tic-tac del despertador,
pone un especial empeño
en unirse a mi corazón.
Y aparece tu recuerdo
filtrándose por la pared.
Me consumo por dentro
pensando en lo que pudo ser.
La vida pasa factura.
No lo dudes ni un momento.
Y exige cierta locura.
No puedes decir "lo siento".
Si por ansia de cordura
ahogas un sentimiento.
La viuda va a ser tan dura
que no la apagó un lamento.
La vida pasa factura,
y uno luego se arrepiente
si dejó una asignatura
en suspenso para siempre.
Si tu sombra me tortura
igual que un hierro candente,
me temo que no hay más cura
que aprobar lo que hay pendiente.
Cada noche antes del sueño
el tic-tac del despertador...