Las cartas hablaron,
sólo nos queda correr,
por el camino gitano
tatuado en la piel.
Mala suerte, sangre y rosas
en tu honor,
y un revólver nos dispara
una canción de amor.
Negras piernas, cuero y sudor,
en el límite de la pasión.
Danza envuelta en llamas,
como prófugos.
Mientras ella sonriendo
une sus manos en el rito,
en el altar prohibido…
Sacrificio.
Sálvame – dame una señal y
Sálvame – hasta el paraíso y
Sálvame y ven como un ángel.