Cuando sepas que mi amor está lleno de verdad
tu temor, tu indiferencia, pasarán.
El cariño que por ti en mi pecho se anidó,
¿no te apenas que se muera de dolor?
Ronda mis noches tu ondulada melenita
y me acaricia la dulzura de tu voz.
Mientras la luz que se refleja en tus pupilas
me dice, es tuyo mi corazón.
Escuchame Manón y dejate querer,
aleja tu tenaz preocupación, tu padecer.
Es nuestro el porvenir, lo veo en tu mirar,
mis esperanzas de amar las veo en ti.
Vuelven mis sueños, apareces vida mía,
y me reprocha la tristeza de tu voz.
Siento en mi alma la tortura de los celos
y sufre mucho mi corazón.