Ahora que, ya estoy de rodillas decime que sirvió conquistar mi temor, que el frio terminó, porque dentro de esta oscuridad aún escucho tu voz, pero las paredes de mi angustia me encierran en esta ciudad. Decime que esto no es un error, que tus palabras guardan tu corazón, que esto no esta tan mal si uno tiene a quien amar. Gritalo, porque aca ya estoy sordo y no quiero perder esta ilusion. Esta ciudad que aún no conozco me robó la emoción.
Atormentado en cada rincón, entre vendas y todos grices. Acá todo es frustración. Mil corazones destrozados por no poder sanar, amar, sanar, arder... volver a latir.
Jamás voy a llorar la muerte de esta ciudad.
Jamás voy a llorar la muerte de esta ciudad.