Siento un dulce aroma al despertar, siento las caricias que tú me das. Pienso que es un sueño, pero es la verdad.
Sábanas que arropan nuestra desnudez, brillos que iluminan tu dulce piel, y el final de un beso para enloquecer.
Entre tu esencia volando estoy, todo me sabe a tí.
A hojitas de laurel, matitas de romero envueltos entre incienso. Bajo el cielo, todo me sabe a tí.
A jazmín mojado en un amanecer, a silvestres flores que no arranqué, a la brisa tenue y a champagne francés.
A un perfume caro que no compré, a un ramo de rosas que imaginé, a una y mil fragancias.
Me sabes a mujer.
Tu piel transmite todo ese olor, todo me sabe a tí.
A hojitas de laurel, matitas de romero.