Me he convertido en la silueta de alguien sin elección, je madurado en la inocencia que hay en mi interior.
Nada es seguro, nada es fácil, la suerte es de cristal. Hay que nadar contracorriente, sin desesperar.
Mientras tenga abierto el cielo azul, mientras quede un resquicio de luz, buscaré el camino a la verdad. Lo he de intentar, me he de arriesgar.
Todos entramos en el juego, y hay que saber perder.
Si no consigues hoy tus sueños, mañana puede ser,
mañana podrá ser.
Sigo el destino que he marcado, guiado por la luz de la esperanza. No hay nada que pueda alejarme,
ésta es mi inquietud.
Mientras tenga abierto el cielo azul, guiado por la luz de la esperanza, guiado por la luz de la esperanza.