Por ahí va tan sola,
La Piedad entre las sombras.
Cuánto dolor tatuado en su piel
Y, desgarrando sus manos,
siete puñales clavados.
Por ahí va de luto desesperado,
Cimbreándose al pasar
Sobre el asfalto mojado.
¿A dónde vas, Madre de la Soledad?
Cuando se encienden las velas y se apagan los soles?
Ay, caracoles.
Ay, caracoles,
Son sus trenzas al volar por los balcones.
Ay, caracoles.
Ay, caracoles,
Lágrimas saladas de dolor,
De dolor enamorado.
Por ahí va La Piedad tan sola.
Por ahí va a deshora,
Cuanto dolor tatuado en su piel.
Mira como va
Párate, cántale
Ay, caracoles.
Por ahí va, por ahí va solita sola.