Hace bastante tiempo, la dignidad humana
dio un paso hacia delante, principio de esperanza,
una llamada a la razón, una gran organización decidió
que en el colegio o el hospital, en la oficina o el taller,
dentro de cada ayuntamiento, en la pared,
queda bien escrita una Declaración,
todos debemos conocer nuestros Derechos en la tierra.
Buenas ideas e intenciones imposibles de cumplir,
la realidad esconde su fracaso, hay que poner patas arriba
...el qué... Tus brazos deben ayudar.
Y todos juntos avancemos y podamos convivir
y nunca más retroceder en el sueño por soñar.
Y se alzan voces de esperanza para un nuevo amanecer
y al fin desde cualquier lugar con el viento la palabra volará...
A veces me da miedo, a veces ni me inmuto,
leyendo una noticia o detrás de la pantalla,
violencia y discriminación, tortura y desaparición, genocidio,
pienso en el niño del fusil, sin juego y sin educación,
¿Quién le devuelve la sonrisa! Intentad explicarle
que solo es carne de cañón, que vino al mundo condenao
por la vergüenza de su especie.
Pero hay fronteras y sus muros no consiguen ocultar
seres desnudos de cualquier Derecho, hay que poner patas arriba
y esos muros destruir, tus brazos deben ayudar.
Y todos juntos avancemos y podamos convivir
y nunca más retroceder en el sueño de igualdad.
Y se alzan voces de esperanza para un nuevo amanecer
y al fin desde cualquier lugar con el viento la palabra volará...