En Egipto Ramadán
por la noche recolecta jazmín,
para una prestigiosa multinacional.
Aunque de muy corta edad,
diez años no dan pa?más,
sabe bien que su familia depende de él.
Su trabajo es especial,
su tamaño y rapidez ideal
para aumentar la rentabilidad.
Y cuando vuelvas a oler el jazmín
sólo olerás explotación.
Ramadán está llorando,
Ramadán ya no es un niño,
Ramadán es carne de cañón.
Su patrón es la cadena
a la que le tiene atado
el imperialismo criminal.
En la India Ammuar
teje alfombras sin poder saber,
cuál es la causa de su explotación.
Su futuro no se ve,
pero hasta un ciego lo podría ver:
Un nuevo esclavo de la sinrazón.
Muchos niños como él
nacen para estar en su situación,
en un mundo que no logro entender.
Y cuando vuelvas a ver un tapiz
sólo verás explotación.
Ammuar está llorando,
Ammuar ya no es un niño,
Ammuar es carne de cañón.
Amarrados al fracaso,
escupiendo su futuro,
vomitando desesperación,
van derechos a su ruina
ya no existe la esperanza
por la que volver a ver el sol.