Te he venido suponiendo
en todos los dáas que me faltan
tal cual si, pudiera verlos
como son.
Sólo quiero resumirte
que al principio te pensaba
y que hoy contemplo en ti
la costa a donde voy.
Si te cuento que esta unión
de dulce y sal me sujetó
y otras cosas parecidas
que me envuelven y me dan
de imaginar.
Es que me deleito tanto
escuchá¡ndome inventarte
en mi prisión
es mi sueá±o preferido y
no quisiera un dáa notar
que este encuentro
no me sucedió jamá¡s
A mi que vuelvo a amanecer
para tu aliento, muchas má¡s veces
de las que hubiera confesado ayer.
Que despido al sol poniente
cuando he contemplado el siempre
de tus ojos y por fin comienzo a ver.
Que estoy dejando de callar que te amo
que me detienes la respiración
que atraen mi vida tus puertos tiranos
a donde siempre apuntó mi amante embarcación.
Mi existencia el pescador
que a diario le tendió a la vida
sus resplandecientes redes de ultramar
donde arde el astro poeta
que se ilumina a si mismo
y viaja y sueá±a en su eterna senda solar
lugar de brisa, oleaje y dáas aá±iles
que siempre estaban conduciendo a ti.
Que siempre fueron signos invisibles
cursos intrazables a través de mi.
Toma el timón de mi barca
y el oriente de mis velas.
en tu tierra firme dame una seá±al
se mi faro por las noches
déjame arar con mi quilla en tus arenas
remontar tu manantial.
Si aguas adentro en tus labios me pierdo y
no me es posible llegar a volver.
Me internaré en tus senderos secretos
a explorar tus fuentes, tus selvas tu sed.
Entre Pairos y derivas
por los mares de mi vida
hoy me veo siempre bogando a ti.