Tírame en cubano negra, que no te entiendo.
Tírame en cubano negra, que no comprendo.
Tírame en cubano, no me enredes más la bola.
Tírame en cubano... ¡Traba ahora!
Llegas al barrio haciéndote la fina.
Empieza el comentario, dicen que eres bailarina.
Aunque ya es evidente, tu mamá esconde la bola,
en la casa la gente sabe que eres luchadora.
Que tu eres mala,
que tu eres bandolera,
que por cuatro pesetas das cabilla con cualquiera.
Que por unos zapatos tus encantos de mujer
se venden bien baratos, tienes que reconocer...
Que con dinero no hay que ser extranjero.
Que nunca has hecho nada por sentir algo sincero.
Pero ahora estás montada y das la espalda a la verdad,
caminas por la cuadra con tu superioridad.
Mas yo recuerdo que ya hace algunos años,
cuando tu pelo rojo solamente era castaño,
andabas por el barrio cual si no pasara nada
y cuando había fiesta pedías ropa prestada.
Ahora te haces la reina, la dueña de La Habana.
Te crees que eres más linda porque fumas marihuana.
Me dices que cambiaste... ¿A quién quieres convencer?
Estás perdiendo el tiempo, tienes que reconocer...
Que tu eres mala,
que tu eres bandolera,
que por cuatro pesetas das cabilla con cualquiera.
Que por unos zapatos tus encantos de mujer
se venden bien baratos, tienes que reconocer...
Que no es gran cosa que seas religiosa,
porque hay muchas que rezan pero están en otra cosa.
Yo compadezco al cura que te quiera confesar
porque se va a morir antes que puedas terminar.
Por eso para, termina, cuídate la vida,
que la penicilina no funciona con el SIDA.
Para, termina, no caigas en baja,
un cuerpo intoxicado no se vende ni en rebaja.
Para, termina, deja de joder.
No empeñes más tu vida, tienes que reconocer...
Que tu eres mala,
que tu eres bandolera,
que por cuatro pesetas das cabilla con cualquiera.
Que por unos zapatos tus encantos de mujer
se venden bien baratos, tienes que reconocer...
Que te advertí, que no quedó por mí.
Aprende a ver un poco más allá de tu nariz.
Que lo único que logra una mente vacía
es que su corazón se vuelva pura mercancía
y que su anatomía se exponga con detalles,
con un traje de puta en las vidrieras de la calle.
Yo te doy mi consejo por si lo quieres coger.
Pero si no haces caso tendrás que reconocer...
Que tu eres mala,
que tu eres bandolera,
que por cuatro pesetas das cabilla con cualquiera.
Que por unos zapatos tus encantos de mujer
se venden bien baratos, tienes que reconocer...
Así que tírame en cubano negra, que no te entiendo.
Tírame en cubano negra, que no comprendo.
Tírame en cubano, no me enredes más la bola.
Tírame en cubano... ¡Traba ahora!