Y si me ves girando en las estrellas,
como guardando algún azul secreto,
soy maga-mar y soy princesa–noche;
no me preguntes nada: es que te quiero.
Si me encontrás temblando en la basura,
y, pese al sol, buscando ciega el cielo,
hambrienta y frágil, muda de impotencia
no me preguntes nada: es que te quiero.
Quiero tu calma, quiero tu guerra,
quiero tu audacia y tu cobardía,
te quiero sabio, te quiero tonto, en
la multitud y en la cama mía.
Te quiero niño, te quiero viejo,
quiero tu rabia, quiero tu miel.
Quiero olvidar lo que antes quería
Si hoy no te quiero, no sé querer.
Cuando mi voz se junte con la tuya,
cuando las dos perduren en el tiempo,
cuando en la calle, tu hombro compañero
construya el sol, y ya no sea un sueño...
Si tus ojos no están en mis mañanas
y algún jazmín perfuma esos recuerdos,
en la pared de todas las ciudades
mi sangre gritará que yo... te quiero.