Te di mi sangre,
te di mi cielo,
te abrí la puerta
de mi secreto.
Te dí mi alma
y tú tus besos,
y ese veneno
de efecto lento
Te miro y tiemblo...
Dónde está el fuego,
llegó el invierno,
dónde has escrito
nuestro último verso.
Cómo está el río
tranquilo y seco,
cómo borrarte
de mis recuerdos.
Te miro y tiemblo...
Te di mi sangre
y tú tus besos,
cómo negar que
aún te venero.