Marita lo hace por la guita
con los bomberos del cuartel
Su barrio es tan inclemente
y su comparsa siempre es cruel.
Sueña con que su rollo sea
película de amores suaves.
La murga de la virgencita
ese aguijón picante y miel.
Se tambalea en sus tacones
no tiene nada que perder...
Nunca pudo comer del queso
sin que la trampera la aplaste.
Los coches van y vienen
y su ilusión fulana
se empolva la nariz
muerde el labio y va otra vez
para ahogar arcadas gusto a menta
junto con sus bostezos.
Sus chulos son legión
de "cucharangos" que hacen temblar
de miedo su boquita.
Ay! Ay! mi virgencita.
Se maquilla la piel
para el Túnel de amor
y también para su Tren fantasma
(con la boquita seca)
Será el propio buen Dios
quién toca así el tambor
y que ahuyenta su clientela
y la aflije con tristezas.
Pilchitas de poliester
y santidad de virgen.
Milagro más, milagro menos
otra polilla en busca de la luz.
La murga de esa virgencita
que no quiere besar a nadie...