Dolor y desazón en los ojos de Marcos.
Sin curro y sin pensión y con orden de embargo.
Son años de letargo en el paro esperando,
un contrato, unos cuartos con dos nanos a su cargo.
Y mientras tanto desfalco, rescatan bancos,
y a Irene la despiden cuando anuncia su embarazo.
Ella creÃa que las leyes le protegÃan,
lo que no sabÃa es que protegen a quien tiene fajo.
Raquel tenÃa dos hijos y una triste pensión,
es todo cuanto su marido dejó.
O les llena el plato o da la calefacción,
los jueves hacen cola en un comedor.
Bienvenido al paraÃso,
todo está en oferta, gente guapa en los carteles.
Bienvenido al paraÃso,
sonrÃe imbécil, estás en la tele.
Bienvenido al paraÃso,
cerebros vacÃos, cuerpos perfectos.
Bienvenido al paraÃso,
sonrÃe imbécil, es tu muerte en directo.
Rosa vive en Reus junto a su nieta, ha perdido toda la esperanza.
El alquiler, la cesta de la compra, y la pensión no alcanza.
El frÃo la espanta, el pañuelo en la garganta,
sabe que la única calefacción será esta vieja manta.
Llega el invierno, oscurece enseguida, le han cortado el suministro.
Mira ese tonto ajeno a la vida, es el nuevo ministro.
Jura su cargo ante cristo, una vela, un tropiezo en el camino.
Rosa muere sola, ¡Gas Natural asesinos!
Julián tiene un pasado aunque un futuro ya no,
la empresa en la que siempre estuvo cerró.
�l perdió el trabajo y ganó una depresión,
ahora su vida es un eterno lunes al sol.
Bienvenido al paraÃso,
todo está en oferta, gente guapa en los carteles.
Bienvenido al paraÃso,
sonrÃe imbécil, estás en la tele.
Bienvenido al paraÃso,
cerebros vacÃos, cuerpos perfectos.
Bienvenido al paraÃso,
sonrÃe imbécil, es tu muerte en directo.
Bienvenido al paraÃso,
aquà no hay sobres, tarjetas ni comisiones.
Bienvenido al paraÃso,
no hay testaferros, mordidas ni faroles.
Bienvenido al paraÃso,
aquà no hay de eso que se llama gente guapa.
Bienvenido al paraÃso,
aquà hay familias que se han quedado sin casa.
Bienvenido al paraÃso,
aquà hay mil puertas y ninguna giratoria.
Bienvenido al paraÃso,
vidas de mierda cada una con su historia.
Bienvenido al paraÃso,
aquà no vemos a los pobres por La Sexta.
Bienvenido al paraÃso,
Aquà nos basta con mirar por la ventana.
(Gracias a Aitor por esta letra)