- El reglamento no dice nada que "haiga" que besar imágenes.
- Pero si tú eres una analfabeta, desgraciada,
¡qué vas a saber tú lo que dice el reglamento!
- No soy creyente, y no voy a besuquear el pie a ningún muñeco.
- ¿Cómo te atreves a decir que el Niño Dios es un muñeco?
Pues ahora vas a besarle el pie porque yo te lo ordeno,
¡escoria roja sacrílega!
Que no te mereces ni el aire que respiras,
¡vas a aprender a respetar!
¡Puta! ¡Comunista!
¡Vas a arder en el infierno eternamente,
con todos los de tu calaña!
Llévensela ahora mismo de aquí,
¡quiten a este demonio de mi vista!
Todas ustedes son basura,
y no hay redención posible.
En este país no habrá paz,
ni Dios les perdonará,
¡hasta que todos los rojos estén en la cárcel,
o muertos!
Y hemos escuchado esta misma palabra,
esta misma frase, en voz de otros pueblos indios;
de campesinos, de obreros,
de estudiantes, de mujeres,
de jóvenes, de maestros,
de ancianos, de pequeños comerciantes...:
"¡Hasta morir si es preciso,
hasta morir si es preciso!".
Vivos, o muertos, presos o en libertad, desaparecidos o en la calle;
en la montaña, en el río, en el mar...
Venimos a repetir lo mismo a los de allá arriba,
a los grandes políticos, a lo grandes ricos:
¡los vamos a hacer pedacitos,
hasta morir si es preciso!
Riot Propaganda...
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