¿Con cuánta gente te cruzaste hoy, sin sonreír?
¿A cuántos ojos les borraste el sol con la nariz?
No estás peinado como yo.
No estoy vestida como vos.
Supervisamos la distancia, pero…
Un día presté atención, y me enteré que todos somos uno, uno, uno,
uno que respira con la misma piel.
Si vas prestando atención te enterás que todos somos uno. Uno
Uno, una misma vida.
En su terreno nadie puede entrar,
en el candado está su identidad.
Estoy marcando su ración,
es su comida, no es mi porción.
Él no comparte la ganancia.
Un día presté atención, y me enteré que todos somos uno, uno, uno,
uno que respira con la misma piel.
Si vas prestando atención te enterás que todos somos uno. Uno
Uno, una misma vida.
Ella está muy tranquila porque el mundo está lejos de aquí;
que caiga todo mientras haya paz en su jardín.
Estoy pisando su oración
con mi maldita canción.
Toda esta música la cansa.
Un día presté atención, y me enteré que todos somos uno, uno, uno,
uno que respira con la misma piel.
Si vas prestando atención te enterás que todos somos uno. Uno
Uno, una misma vida.
Detrás de cada razón,
vale pensar que compartís mi respiración,
y tu paz regula mi paz,
tu pulso es mi latido y clara está la señal.
Estoy brillando con el mismo destello que te enciende
porque la música nos llama,
Uno es la medida para despertar.
No hay misterio en esta conexión, es algo natural;
es el indicio de que todos formamos parte de Dios.
Un día presté atención, y me enteré que todos somos uno,
uno, uno, uno que respira con la misma piel.
Si vas prestando atención te enterás que todos somos uno.
Uno
Uno, una misma vida.