Que vergüenza si tuvieras
que te debiera dar
removerte la mollera
al incauto pertinaz
Nunca satisfecha la ambición
y por la ley de la compensación
sólo piensa hasta que sople...
el viento a su favor
en alimentar la desazón.
El endémico embustero
monta en cólera biliar
y en su propio retortero
va fraguándose capaz.
Vaya por Dios si evitar pudiera
la triste cagalera.
Presta es la hora la ocasión
por nuestro bien y nuestra salvación
prende en mente del inconsciente...
que aprueba sin horror
el comienzo de la destrucción.
Y el endémico embustero
como decisión final
blande su daga de acero
para combatir el mal.
Que vergüenza si tuvieras...