Como el grillo rojo
Vivo que se inquieta
Por el morder paciente
De las hormigas negras
Que las sientas en tu rostro
Y después en las orejas
Y en la punta de tu cuerpo cae
Y en los huecos de tus hembras
Cae cae cae sobre nevao
Cae cae cae por tu cara ceguera
Que te muerdan despacito
Que te piquen y se duerman
Con las pinzas en tus poros
Y los dientes en las venas
Que te devoren entero
Y moraito te vuelvas