No hay amor mayor
que Aquél que da sin reservas amor,
amor que da.
Clavados tus ojos en mí,
no oíste su oración.
No respondiste su clamor
por nuestra eternidad.
Admirable amor,
sobrepasaste tu dolor,
y por medio de su cruz,
la eternidad llegó.
Te di mi gran tesoro.
Su cielo se cerró.
Mi corazón se desgarró.
Hice un camino para ti
porque no puedo,
no puedo vivir,
no puedo vivir un día sin ti.