La patita, de canasta y con rebozo de bolitas, va al mercado a comprar todas las cosas del mandado. Se va meneando al caminar, como los barcos en altamar. La patita, va corriendo y buscando en su bolsita centavitos para darle de comer a sus patitos. Porque ella sabe que al retornar toditos ellos preguntarán: "¿Qué me trajiste mamá cua cuá?, ¿Qué me trajiste cuara-cua-cuá?.
Allá en la fuente había un chorrito,
se hacía grandote, se hacía chiquito.
Allá en la fuente había un chorrito,
se hacía grandote, se hacía chiquito.
Estaba de mal humor, pobre chorrito, tenía calor.
Estaba de mal humor, pobre chorrito, tenía calor.
Los cochinitos ya están en la cama,
muchos besitos les dio su mamá.
Y calientitos todos con pijama, dentro de un rato los tres roncarán. Uno soñaba que era
Rey y de momento quiso un pastel,
su Gran Ministro hizo traer 500
pasteles nomás para él.
Otro soñaba que en el mar en un lancha iba a remar,
mas de repente al embarcar se cayó de la cama
y se puso a llorar. El más pequeño de los tres,
un cochinito lindo y cortés.
Ese soñaba con trabajar para ayudar a su pobre mamá.
Toma el llavero abuelita y enséñame tu ropero,
con cosas maravillosas y tan hermosas que guardas tú.
Toma el llavero abuelita y enséñame tu ropero, prometo estarme quieto y no tocar lo que saques tú.
Dí ¿por qué?. Dime abuelita. Dí ¿por qué eres viejita?.
Dí ¿por qué sobre las camas ya no te gusta brincar?.
Dí ¿por qué usas los lentes?. Dí ¿por qué no tienes dientes?.
Dí ¿por qué son tus cabellos como la espuma del mar?. Missifus, siempre está junto al calor igual que tú.
Dí ¿por qué frente al ropero donde hay tantos retratos?.
Dí ¿por qué lloras a ratos?. Dime, abuelita, ¿por qué?.