Juega en la penumbra de la noche,
corazón sensible a las pulsaciones de los demas.
Peregrino de cosas prohibidas
atrapado en un ritual a ciegas
mas allá de la frontera del dolor
en la vida misma.
Hijo de la barbarie...
Doblemente huérfano, fruto de la desdicha
repite vijos dogmas, viejos clichés.
¿Y eso a quién le importa?
Juntos seremos irresistibles pero nunca saciados
beberemos de nuestra propia fuente
gota a gota.
Hijo de la barbarie...
Olfateando el aire saborea el ardor,
los que están a su alrededor ya no son desconocidos
la cortina del mundo intentará ocultarlo...
Hijo de la barbarie...