Salgo al barrio a cazar,
el frio me afeita,
el ruido me acelera.
Recorro alienado el lugar
y ennegrecida la bestia...
No soy yo porque nunca quise ser asi,
ni es verdad que sea de noche otra ves;
entra en mi craneo la brisa,
impermeable al amor.
Periferia,
paraiso de los bardos.
Periferia!