Padre, vengo del camino, hice un alto en tu morada
Traigo la frente cansada, quiero descansar un rato
La vida no da buen trato, si ya está la suerte echada
Aquel orgullo argentino que me enseñaste a sentir
Hoy tanto me hace sufrir, porque no puedo entender
Porque nos cuesta aprender, en esta tierra a vivir
Padre, te quiero contar, que allá por la gran ciudad
La mentira y la verda duermen bajo el mismo techo
Nada vale ser derecho ni vivir con dignidad
Hombres que en su largo hablar mentan la soberanía
A la patria noche y día venden al mejor postor
Y llenan el tirador con su charlatanería
Padre, yo sé que no es nuevo lo que te vengo a contar
Siempre le tocó bailar al gaucho con la más fea
Pero aunque usted no lo crea, algo tendrá que cambiar
Usted que arando la tierra, fue capitán de la espiga
Dijo a la semilla, amiga la tierra no tiene dueños
Y abrió surcos y gastó sueños
Volteando cardos y ortigas
A este granero del mundo, le llevan todos los granos
Pero en ese pasamanos, siempre salimos perdiendo
Ellos se quedan comiendo, nosotros nada en las manos
Padre mío, se habla tanto, todos tienen un banquito
Se mandan el discursito, pero nadie quiere arar
En cuestión de trabajar, se acabaron los gallitos
Por uno que vive arando y gastó su esfuerzo diario
Hay filas de intermediarios, zánganos que sin pudor
Se quedan con lo mejor y trabajan sin horario
Yo creía padre mío, que a martín fierro y su historia
Guardaría en mi memoria cual recuerdo solamente
Pero fierro está vigente, solo hernández está en la gloria
No hay mal que dure 100 años, ni tiento que no se corte
Y no hay pueblo que soporte el engaño eternamente
Vendrá un malón de decentes a mandar de sur a norte
Yo que nací campesino, con poca escuela rural
Aprendí del bien y el mal la perfecta diferencia
Del silencioso su ciencia y del bocón su inmoral
Me cuesta padre usted sabe, aguantar tanta indecencia
Porque mi gaucha conciencia no entiende porque razón
Los hijos del pago son hijos de la indiferencia