Cuentan que hace mas de dos mil años,
las ovejas del rebaño iban tristes por la vida,
lejos de un pastor que las guiara,
sus corazones llevaban tanta herida que sanar
Fue allí que Dios, rico en misericordia,
nos manifestó su Gloria, desde el vientre de María,
revelándonos su amor de Padre,
en el Verbo hecho carne, ¡Que alegría! En verdad
Y en un abrazo misericordioso nos unió,
Nos devolvió la dignidad perdida
Buscó a la oveja, que del fiel rebaño se alejó
sanó su herida y la rescató.
Con mirarlo uno veía al Padre,
su ternura era el mensaje, su actitud la cercanía
Nos llenaba de besos y de abrazos,
y buscaba a cada paso darnos vida y libertad
Misericordiosos como el Padre
nos pedía que seamos frente a tanta hipocresía.
No juzgar para no ser juzgados,
ver en el otro a un hermano con heridas que sanar
REPITE ESTRIBILLO
Jesucristo estas a nuestro lado,
y nos pides que veamos tanta dignidad perdida
tantos gritos y tantas miradas
tanta gente postergada y excluida de verdad
Enséñanos a estrechar sus manos,
para que juntos sintamos tu grata presencia amiga
y esa caridad que nos obliga a ser signos de alegría y de solidaridad
(Gracias a Ariel por esta letra)