La alegría del Evangelio, llena siempre el corazón
y la vida de los hombres que se encuentran con Jesús
El nos salva y nos libera, del pecado y del dolor,
y nos invita a la fiesta, para compartir su amor
Y somos una Iglesia Misionera, que anunciando a Cristo va.
Su Palabra arde en nosotros, no la podemos callar
Una Iglesia de testigos, que se pone a caminar
con la alegría, la fiesta y los gestos de amor,
de un Dios que quiere al hombre salvar (2)-(do)
Una Iglesia en salida, que se atreve a primerear
y a buscar al excluido, para así sus pies lavar.
Salgamos a los caminos, bajémonos del balcón.
Solo con olor a ovejas, ellas oirán su voz Y somos
Acudamos sin demora, a quien alejado está;
demostrémosle que Cristo, vino a misericordiar.
Tanta cara de vinagre, ya no debemos tener,
pues Jesús nos quiere alegres callejeros de la fe
(Gracias a Ariel por esta letra)