La noche ya ha caído y tú estás allí,
clamando a los vientos que arrastran tu voz.
Esos ojos de fuego te amaban también,
pero te condenaste a sufrir.
Tenías en tus manos el don de cambiar,
jugaste con tu vida y hoy te toca pagar.
Esos ojos de fuego te querían salvar,
pero no les quisiste aceptar.
¿Sabías que algún díaJesús iba a volver,
que regresaría para salvarte o condenar.?
Esos ojos de fuego te amaban también,
pero tu oportunidad pasó