Y no para de llover
Viviendo mi pesadilla
por las calles de Madrid.
Más “tirao” que una colilla,
el corazón con ladillas,
apurando el pedigrí
del charnego que me habita,
que le va más mal que bien.
Esta angustia es la que incita
a esta pistola maldita
a encararse con mi sien.
Y no para de llover
y tú estas allí tan lejos.
No te intento conmover,
es que me cansé de ver
este rostro en el espejo.
No podría ser peor
y es que no encuentro un remedio
que rescinda este dolor,
este alma con ardor,
este mal regusto a tedio.
No más me queda decir
que te quise cuanto supe,
que nunca te quise herir,
que ya me harté de vivir
esta vida que me escupe.
Y no para de llover
y tú estas allí tan lejos.
No te intento conmover,
es que me cansé de ver
este rostro en el espejo.