He mirado al maniquí
Tiene grandes ojos, silba
Es de lona lila
Puedes hablarle
Ebrio, ayer lo eché sobre las sábanas
Nada lo asombra
No conoce el dolor
El solo lagrimea
Esta tranquilo, solemne, con un extraño encanto
Con un extraño encanto de juguete
Estaba ebrio y con Yisdara, cabello de ocaso
Una muchacha singular
Mientras pensaba en este pobre estúpido siempre sonriente
Como el viento soplaba cayo de pronto hacia la esquina
No siente, no habla, grandes ojos, lona lila
Les he contado la historia del pobre maniquí