En la chispa de tus ojos
pierdo la calma
has venido con tu dueño
y algo te falta
para mí que andás uvita
por hacer trampa.
Me parece que enseguida
yo voy a meter la pata
y no me importa si un lío
se arma en mi casa.
A la orilla de la noche
te haré la guardia.
Que por mucho que haya guerra
a mí no me entran las balas
y apenitas se descuidan
te robo el alma.
Corazón de lo que viene
nadie te salva.
Cada vez que yo te miro
no sé que pasa
se sonrojan tus mejillas
como una brasa
mientras tanto en mi remanso
se enturbia el agua.
El mandinga de mi pecho
ya soltó su carcajada
y anda loco por sacarse
todas las ganas.
A la orilla de la noche
te haré la guardia.
Que por mucho que haya guerra
a mí no me entran las balas
y apenitas se descuidan
te robo el alma.
Corazón ya estoy viviendo
envuelto en llamas.