Ay vidita, quien pudiera vivir en tus pensamientos
por la sangre de tus venas ir recorriendo tu cuerpo
y pasar la vida entera acurrucado a tu pecho.
El amor que yo te ofrezco es igualito que el fuego
que va prendido por fuera y también quemas por dentro.
Es igualito que el fuego, pero no le tengas miedo
pero no le tengas miedo aunque parezca un incendio
porque se prende y se apaga, y puedes volver a encenderlo.
Solo con una mirada, una caricia y un beso.
Ay vidita, quien tuviera todo lo que necesitas
para darte lo que quieras aunque tu no me lo pidas
pero si eso sucediera yo hasta el cielo te daría.
Y solo puedo ofrecerte un corazón que palpita
y que sueña con tenerte y amarte toda la vida.
Un corazón que palpita solo pensando en tus ojos
solo pensando en tus ojos y en la luz de tu sonrisa
para no sentirme solo padeciendo noche y día.
Ay que feliz yo seria si alguna vez fueras mía.