Manipularon mi mente y mi cuerpo,
buscando en mí algo que no hallarán.
Porque soy el profeta hecho de acero,
soy tu destino el juicio final.
Surcó los cielos, traicionando lo que vivió.
Caen ante mí los colosos imperios,
arden en sus lechos valientes guerreros.
Soy, el Rey! el grito eterno,
ya no hay verdad ni perdón, ni piedad.
Enloquecido, todo el amor que sintió.
Traspasó la línea la locura y la razón.
Soldado de metal condenada tu alma estará.
Soldado de metal tu cuerpo viajará al más allá.
Desolación, en torno a él.
La tierra rugió, bajo su piel.
Ya no hay sol sobre mí.
La oscuridad muestra mi final.
Soldado de metal condenada tu alma estará.
Soldado de metal tu cuerpo viajará al más allá.