Parece que la están llevando
Las hojas no me dejan ver
La llevan vestida de blanco
En cruz las manos sobre el pecho helado
Nada queda, sólo su voz
en un disco que nadie oyó
Tocaba el piano y cantaba
Mozart, Prokofiev y Ravel
Y ya con nietos en su casa,
las melodías por el aire andaban
Nada queda, sólo su voz
en un disco que nadie oyó.
Su canción fue olvidada
Su pasión enterrada