Es clara ya la luz del día
tiemblan los árboles del frío
reflejo del rocío
y yo recuerdo las altas colinas
como era verde la viña
ese tiempo que ya he perdido
y tu reías, vivías riendo
y nuestros labios buscaban
algo que calmara tanta sed.
Amado mío, tengo frío
y no aguanto más
tanta soledad
ninguno, será para mi
ninguno, como fuiste tú
ninguno, me dará calor
ninguno, nadie me amará
ninguno no, no me amarán
de la manera que, me amaste tú
si fuiste tú, mi calor mi piel
si nadie podrá ser, lo que fuiste tú
si fuiste tú, mi calor mi piel
a quien amaré.
Y es el recuerdo una tarde
los dos andando la calle
en silencio, no hacia falta hablar
en un refugio mirando la lluvia
como en un sueño la noche
tu ternura y el amanecer.