No estoy enamorada de tí,
pero te regalaría mi primera sonrisa del día
sólo por saber a qué sabrá tu piel, a qué sabrá tu piel.
Tu arte; el arrastrar palabras donde te escondes.
Sólo por los silencios que dejas caer entre tus secretos,
me dejaría engañar cada noche de mi vida.
Me dejaría besar, me perdería en tu boca.
Sólo quiero saber qué es estar muy cerca de tí,
que tus dedos manejen mi espalda.
Haz que crees, yo fingiré también,
que aunque mañana nos diga que ya todo acabó,
repetiremos cada vez que nos crucemos de nuevo.
Engáñame a mí también,
pero tropiézate conmigo.
Engáñame a mí también,
pero rómpete conmigo.
Engáñame a mí también,
tengo envidia de sus celos.
Tus ojos contienen a tu alma,
que no se escape más;
ciérralos ya o engáñame a mí también.
Miénteme cuando no esté contigo.
Engáñame a mí también,
hazme un sitio en tu recuerdo.
Engáñame a mí también,
Tengo envidia de sus celos.